
Pensar en hacer de manera digital procesos que parecen relacionados a trabajos exclusivamente presenciales y físicos, como lo es construir, puede parecer casi imposible.
Sin embargo, este sector también le apuesta a modernizar sus procesos y las firmas electrónicas aportan a este propósito.
Construir una casa o edificio es un proceso netamente presencial, de eso no hay la menor duda. Por eso, cuando se habla de la modernización y transformación digital del sector constructor, parece casi ilógico lograrlo. Sin embargo, al hablar de esto se hace referencia a que todos los procesos asociados a la construcción empiecen a hacerse a través de mecanismos digitales, como por ejemplo la facturación, el envío de documentos o la contratación.

Las firmas electrónicas son aliadas fundamentales en este propósito, pues contribuyen a gestionar toda la documentación laboral y mercantil mediante firmas electrónicas, con total seguridad y validez jurídica, con importantes ahorros en tiempo y dinero, lo que tiene como consecuencia, más productividad.
Por poner solo un ejemplo, una empresa iniciará un proyecto de construcción y necesita hacer toda la contratación del personal que hará la obra.
Firmar los contratos para esto siempre será mucho más ágil y rápido a través de firmas electrónicas y al hacerlo, tendrán la misma validez que una firma física.
Otra ventaja que apunta a la productividad del sector es que las firmas electrónicas permiten unificar los procedimientos y tanto la compañía constructora, como las demás con quienes trabaja, obtengan una ventaja competitiva.
Al hacer transformación digital, se estima que el potencial de aumento de valor agregado del sector es de 4 billones de pesos, según Camacol.